Son Jorge O'Higgins y Oscar Guerrero, ex jefe de la Bonaerense durante la dictadura.
Dos generales retirados, que ocuparon puestos de relevancia en la División Inteligencia y Operaciones del Estado Mayor General del Ejército cuando el golpe del 24 de marzo de 1976, fueron denunciados ante la Justicia como responsables del asesinato del entonces teniente coronel, hoy coronel, Bernardo Alberte, ex delegado de Juan Domingo Perón. Se trata de Jorge O'Higgins, ex jefe de inteligencia del Estado Mayor, y de Oscar Guerrero, que fue jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en 1980.
La denuncia fue presentada la pasada semana ante el juez federal Daniel Rafecas, que lleva la causa llamada "I Cuerpo", por el hijo de Alberte, Bernardo, que aportó los legajos de los dos militares involucrados en el crimen. Tanto O'Higgins como Guerrero revistaban en marzo de 1976 en el Estado Mayor del Ejército.
"Una decisión de esta naturaleza —dice la denuncia—, dar muerte a un teniente coronel con destacada actuación política. sólo pudo ser resuelta por el Estado Mayor del Ejército donde Guerrero y O'Higgins desempeñaban funciones, y ordenada o aprobada por el comandante general del Ejército, Jorge Rafael Videla, por lo que también solicito su detención y procesamiento".
Alberte fue asesinado apenas unas horas después del estallido del golpe, cuando un grupo del Ejército arrasó con su departamento de la Avenida del Libertador al 1100 y arrojó al militar por la ventana del sexto piso, frente a su mujer y a su hija. Luego saquearon el departamento y huyeron. Guerrero fue reconocido en fotos por dos testigos del asesinato de Alberte como uno de los miembros del grupo que ingresó a la casa del militar.
La denuncia ante el juez Rafecas revela que un paquete con documentos que O'Higgins tiró a la basura en los años 80, fue recogido por una persona que, veinte años después, lo acercó a Alberte y a su abogado, Ramón Torres Molina, quien no reveló al juez el nombre del testigo. Tampoco lo hizo ante Clarín, amparado en el secreto profesional. Entre esa documentación había, además de una agenda de O'higgins del año 79, varias cartas de Perón a Alberte que fueron robadas de su casa la noche del asesinato. Una de ellas, con una anotación manuscrita de Alberte, cuya letra reconoció su hijo.
"De acuerdo con sus funciones en el Estado Mayor —dice la denuncia— uno actuó en la operación (Guerrero) y otro hizo la inteligencia anterior y/o posterior al homicidio (O'Higgins), sin perjuicio de su eventual participación en el grupo que cercó e ingresó en la vivienda".
La noche del asesinato de Alberte, según consta en la causa, un grupo de catorce camiones del Ejército cercó la Avenida del Libertador y la calle Ayacucho.
Las actuaciones por el asesinato de Alberte, ascendido en diciembre pasado por el presidente Kirchner, involucraban por ese despliegue militar al I Cuerpo de Ejército a cargo entonces del ya fallecido Carlos Suárez Mason. El jefe del Estado Mayor del Ejército era el general Roberto Viola, que murió en 1994.
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