(O como se maneja una nación)
“…Permítanme emitir y controlar la moneda de una Nación y no me ocuparé por quién haga las leyes…”
Meyer A. Rothschild
El banco central, es la entidad encargada de regular la emisión de la moneda de un país, del crédito bancario, de orientar la actividad de los bancos comerciales y vigilar los establecimientos de crédito. Se convierte así, en la herramienta que condiciona la vida de una Nación.
Actúa de diversas maneras:
Manejando la compensación de los créditos entre los distintos bancos. Recibiendo depósitos oficiales y privados. Regulando las operaciones de cambio de monedas extranjeras; controlando el funcionamiento del crédito bancario. Estableciendo la cantidad de dinero que debe circular en un país (Emisión). Respaldando, en su caso, las emisiones de billetes con valores metálicos, (oro o plata). Manteniendo reservas de dinero suficientes para asegurar el valor de la moneda. Autorizando la apertura de bancos y sus sucursales.
El Banco Central se convierte así en la llave de la producción de una Nación. Ningún plan de producción podría realizarse sin contar con una adecuada organización bancaria. Los bancos tienen en sus manos pro- mover o paralizar la vida de un país.
El control del sistema bancario por el Banco Central importa el control de la vida de un país. Si este Banco está en manos argentinas nuestra economía y producción podrá ser manejada de acuerdo a nuestros intereses. Si se encuentra en manos extranjeras, resultará, por lo menos, dudoso.
La nacionalización del Banco Central y el control del estado sobre todo el régimen bancario y crediticio deben ser considerados imprescindibles para orientar la economía del país y evitar que los bancos contraríen o, por lo menos, neutralicen la acción del gobierno. De este modo ese organismo podrá ser puesto al servicio de la comunidad nacional e impedir que desarrolle su actividad favoreciendo los intereses de las finanzas internacionales".
La historia del banco central
Fue creado en el año 1935, durante la llamada “década infame” siendo presidente el Gral. Agustín P. Justo, quien participó en la caída del gobierno nacionalista de Hipólito Irigoyen.
El gobierno de Justo se caracterizó por un apoyo incondicional a la oligarquía latifundista, ligada a los intereses británicos en nuestro país. Disolvió la Caja de Conversión, y redujo a un plano secundario las funciones del Banco de la Nación Argentina, una de cuyas atribuciones era con- ceder créditos a los pequeños productores agrícolas.
El Poder Ejecutivo quiso un Banco Central. En realidad el país ya lo tenía desde hacía 40 años en la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina, que sirvieron al país durante 40 años, dando todos los servicios que podía esperarse de un Banco Central. El Banco Nación perdió autonomía. Necesitaba autorización para otorgar créditos. Si el Banco Central no lo autorizaba no podía hacerlo aunque toda la estructura económica del país se derrumbara. Podía suspender, (por ejemplo), la concesión del crédito a los trigueros, siguiendo más los intereses extranjeros que los argentinos. Era el amo de nuestra economía.
“Dejemos que los nativos, (argentinos), elijan sus gobiernos y tengamos nosotros (los ingleses), la hegemonía comercial en el Río de La Plata”.
Sir Andrew Large, Director del Directorio del Banco de Inglaterra
El proyecto de Sir Otto Niemeyer
Sir Otto Niemeyer, director del Banco de Inglaterra, fue el autor del proyecto del Banco Central. Este Banco quedó en manos de técnicos que respondían a su presidente el inglés J.J. Powell, que vino especialmente con tal objeto desde Inglaterra, para que se hiciera todo bajo su control.
Los dictámenes del Sr. Niemeyer resultaban irrevocables para el Poder Ejecutivo. Como consecuencia de este proyecto nuestro país ha tenido, salvo el período de su nacionalización (1947-1955) no solamente los bancos de descuento en manos de particulares, sino, el Banco Central y emisor de su moneda en manos extranjeras.
Este proyecto constituyó un grave error: trasladar instituciones elaboradas en el extranjero, sin tener en cuenta la vida y las peculiaridades de nuestro país; si bien ellas podían aplicarse con éxito en una colonia del imperio británico, atacaba la independencia, idiosincrasia y estructura institucional argentinos El gobierno “democrático”, de un país, no puede hacer nada en absoluto, con respecto al Banco Central, que, por su carta orgánica es una entidad autárquica. El Estado Nacional, cuya misión primaria y fundamental es preservar el valor de la moneda está sujeto a las órdenes de este banco en la planificación y ejecución de la política monetaria.
En la República Argentina, el Banco Central funciona como un ente autárquico, es decir que el Estado, por la propia ley del Congreso que lo creó, no puede intervenir en sus decisiones, controlar su gestión, o su administración. Este banco, en efecto, se apodera de todo y lo monopoliza todo sin comprometer capitales. Con su anexo la “Casa de la Moneda”, puede emitir dinero sin ningún tipo de límite. Todo está controlado celosamente para “evitar los excesos del gobierno”. Así un minúsculo número de directores se con- vierten en dueños del país. Es un Estado dentro de otro Estado, que le pone frenos.
El gobierno se queda así sin la posibilidad de disponer libremente de recursos aún en situaciones límite, como una intervención armada, atrasos de pagos en la administración, o ante cualquier cataclismo comercial, natural, emergencia o catástrofe.
El Banco Central es una empresa que monopoliza la banca del país, crea derechos ilegítimos, corrompe la moral comercial y se adueña de la economía del país, porque los demás bancos quedan sujetos a su control y la política económica que aquél les fija, sin iniciativa propia, están de ante- mano a su disposición. Esto no sólo afecta a la riqueza, sino también a la moral y a las tradiciones del país rebajado indecorosamente.
“...como aconsejó sir Otto Niemeyer cuando lo contrataron, en la Década Infame, para crear: El banco era inglés e hizo el banco para los ingleses...”
Arturo Jauretche
Nacionalización del Banco Central
En Marzo de 1947, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, por Ley 12.962, se nacionalizó el Banco Central y todo el sistema bancario argentino. Esta Ley transformó fundamentalmente la organización y la política bancaria de nuestro país.
Los planes económicos del gobierno que asumió en 1946 necesitaban contar con las herramientas que permitieran poner en manos del Estado los elementos idóneos para poder cumplirlos. Necesitaba que los industriales tuvieran fondos a su disposición para facilitar el desarrollo de las actividades económicas de interés nacional. Para satisfacer las necesidades del comercio externo e interno era necesario organizar un mecanismo de crédito que permitiera al gobierno contar con medios de financiación que no estuvieran supeditados a intereses de bancos particulares ni a empresas extrajeras.
Debía poner al Banco de la Nación Argentina en condiciones de hacer operaciones de gran volumen, de operaciones que, con los recursos limitados que tenía y sin el apoyo de todo el régimen bancario, no podía hacer. Esta reforma tenía ese propósito: contar con un sistema bancario que se adaptara y respondiera a las necesidades y exigencias de la economía mundial de la posguerra.
Debía concretar medidas de gobierno tendientes a reactivar la economía, industrializar el país, aprovechar las grandes riquezas nacionales y lograr la absorción por capitales argentinos de las empresas de servicios públicos que se encontraban en poder de capitales extranjeros.
Las facultades que necesitaba el gobierno, le fueron concedidas por esta nueva Ley, al Banco Central. Por ella se dispuso la nacionalización de los depósitos bancarios que en lo sucesivo, fueron recibidos por el Banco Central, por cuenta de la Nación. Los bancos no podían disponer libremente de los depósitos que recibían y para ello, necesitaban la autorización del Banco Central.
Éste dirigía los depósitos sin depender de la voluntad de los bancos. Se dio a los depósitos bancarios la garantía total de la Nación, medida que produjo la transferencia de todos los depósitos en sus distintos tipos al Banco Central, por cuenta del cual se recibirían en el futuro los fondos.
“...La economía y el libre mercado son sólo afirmaciones para el consumo de los tontos e ignorantes. La economía nunca es libre, o la controla el Estado en beneficio del pueblo, o la controlan las grandes corporaciones en perjuicio de éste...”.
Juan Domingo Perón
Se consiguió así una herramienta de indudable valor para manejar el crédito adecuada a la política seguida por el gobierno, coordinar los esfuerzos de la política económica, hacia un plan de fomento y desarrollo. La nacionalización del Banco Central puso en manos del Gobierno nacional, y por lo tanto, bajo su completa responsabilidad la emisión de la moneda, la regulación del crédito y la fijación de la política de cambios, para lograr un mayor desarrollo económico, manteniendo la ocupación industrial.
La República argentina, adhirió así a la tendencia moderna, según la cual la actividad bancaria ejerce una influencia determinante sobre el desarrollo económico del país, y en consecuencia debe estar totalmente en manos del Estado.
Por Decreto Número. 8503 de 1946, se declaró como “patrimonio nacional” el capital del Banco. Para complementar las funciones del Banco Central, se crearon los siguientes organismos: Por Ley 15.350, del año 1946, se creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) Instituto mixto de Inversiones Mobiliarias, que organizó diversas disposiciones para reglamentar el mercado bursátil.
Consejo Económico y Social que fue absorbiendo parte de las funciones que tenía el Banco Central nacionalizado. Se incorporó la ya existente Caja Nacional de Ahorro Postal, como de- pendencia del Banco.
El Banco Central después de 1955
Medidas de la dictadura militar.
Drásticas medidas fueron tomadas por la dictadura militar que siguió al golpe de estado de 1955 destituyendo al Presidente constitucional, que afectaron profundamente la vida económica, social y política de nuestro país, y cuyas consecuencias sufrimos hoy, de manera dramática.
1) El ingreso al Fondo Monetario Internacional, mediante el “Plan Prebisch” cuyo resultado fue la “deuda externa”, que hipotecó nuestro destino y el de las futuras generaciones de argentinos.
2) La derogación de la Constitución de 1949, cuyo artículo 40 declaraba la “propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación” sobre todos nuestros recursos naturales y fuentes de energía, la propiedad originaria de los servicios públicos y su prohibición de enajenación o concesión para su explotación.
3) La derogación de la Ley 12.962 que nacionalizó el Banco Central, los depósitos bancarios, y todo el sistema bancario argentino.
Todas estas medidas, incluso la derogación de la Constitución entonces vigente, fueron instrumentadas mediante decretos (bandos militares), violando todo nuestro sistema jurídico legal que exige el llamado a Convención Constituyente, para modificarla.
En 1956, mientras se fusilaban a los militares nacionalistas, Argentina entraba en el Fondo Monetario Internacional; se suprimió el control nacional del Banco Central, y se lo sometió a las normas del Banco de Inversiones de Basilea (Bis), cuya sede está ubicada en la ciudad suiza del mismo nombre, y funciona como un Banco Central de Bancos Centrales.
Es un banco privado propiedad de los Bancos que integran el G-6, grupo de directores de Bancos Centrales de los países industrializados, cuyas empresas financieras multinacionales manejan los bancos que de él dependen, entre ellos, el de Argentina, como si fuera una logia. Sir Andrew Large del Directorio del Banco de Inglaterra, también integra el grupo del Banco de Basilea.
Presidentes del Banco Central.
El actual presidente del Banco Central, Mr. Prat Gay, cumplió funciones, en la Banca J. P. Morgan de Londres, una de las responsables de nuestra deuda externa. El ex presidente, Mr. Mario Blejer, después de haberse retirado de la Presidencia del Banco Central, fue designado como director de investigaciones del Banco de Inglaterra.
El Dr. Machinea, que también fue presidente del Banco Central y nuestro Ministro de Economía, está ejerciendo funciones en el Fondo Monetario Internacional. Ya sabemos quién es Domingo Cavallo, y el daño que ha hecho al país con su manejo de la deuda externa. También, fue Presidente del Banco Central, y manejó el Plan Brady y el Megacanje de la deuda externa; fue Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Menem, de Economía del mismo gobierno y del De la Rua. Ahora reside en los EE.UU. (Nota 1)
Como influye el Banco Central en nuestra vida diaria
Si en Argentina aumenta o disminuye el circulante, lo establece el Banco Central, cumpliendo una de sus funciones más importantes.
Si el circulante aumenta, bajarán las tasas de interés, habrá crédito abundante y barato, las pymes crecerán, y aparecerán o- tras nuevas, que permitirán el crecimiento de la clase media. Esa clase media reactivará el mercado interno, bajará el desempleo, con él la inseguridad, aumentará la recaudación y con ella los presupuestos para salud, educación, vivienda, obras públicas, seguridad, defensa. Crecerá el mercado in- terno, disminuirá la pobreza, crecerá la clase obrera, el poder sindical y la democracia.
Si se restringe el circulante, subirán las tasas de interés, habrá poco crédito, y genocidio de pymes. Se concentrará la riqueza y el capital en una economía más o- oligárquica y dependiente, caerán las clases media y obrera por aumento del desempleo; aumentará la inseguridad, caerá la recaudación impositiva, con ella, los presupuestos de salud, educación obras públicas, viviendas, seguridad, defensa, se contraerá el mercado aumentará la pobreza, se achicará la case media; la democracia perderá terreno frente al clientelismo político, la corrupción y distintas formas de fraude. Los políticos estarán de adorno y cobrarán sus dietas sólo para servir a los verdaderos dueños del “Poder”, los que manejan el Banco Central.
El peligro del Banco Central privado
Prescindiendo de la opinión de autores argentinos, que defienden los intereses nacionales con respecto al control del Banco Central, es interesante saber qué piensan personalidades públicas muy conocidas de Estados Unidos e Inglaterra, sobre este punto:
Thomas Jefferson: (Ex Presidente de los EE.UU.):
“Yo creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes”...“Si el pueblo norteamericano alguna vez permite a los bancos privados controlar la emisión de su moneda, primero por medio de la inflación y luego por la deflación, los bancos y las corporaciones que se crearán alrededor de los bancos... privarán al pueblo de toda propiedad hasta que sus hijos despertarán sin techo en el continente que sus padres conquistaron”. “El poder de emisión debería ser retirado a los bancos y restaurado al pueblo, a quien pertenece en propiedad”
Abraham Lincoln (Ex Presidente de de los EE.UU.):
“El poder del dinero rapiña a la Nación en tiempo de paz y conspira contra ella en tiempo de adversidad. Es más despótico que la monarquía, más insolente que la autocracia. Denuncia como enemigos públicos a todos aquellos que cuestionan sus métodos o arrojan luz sobre sus crímenes”. “Yo tengo dos grandes enemigos, el ejército sureño en el frente y los banqueros en la retaguardia. De los dos el de mi reta- guardia es mi gran enemigo. (Como la más indeseable consecuencia de la guerra)... las corporaciones han sido entronizadas, sobre-vendrá una era de corrupción a altos niveles. El poder del dinero del país se esforzará en prolongar su reinado trabajando en perjuicio del pueblo hasta que la riqueza sea concentrada en las manos de unos pocos y la república será destruida.”
James A. Garfield (Ex Presidente de los EE.UU / Este presidente fue asesinado como “un loco suelto”.):
Cualquiera que en un país controle el volumen del dinero es el amo de la industria y el comercio.
John Adams (Embajador de EE. UU en Gran Bretaña - 1861/ 68):
“La historia registra que los cambistas (banqueros) han utilizado toda forma de abusos, intrigas, engaños, y de medios violentos para mantener su control sobre los gobiernos mediante el control del dinero y su emisión”
Reginald Mc.Kenna (Miembro de la Cámara de los Comunes, 1924):
Dirigiendo la palabra en el Midland Bank.) “Me temo que al hombre de la calle no le gustaría saber que los bancos pueden crear y de hecho crean dinero. El volumen del dinero en existencia varía solamente con la acción de los bancos acumulando o reduciendo los préstamos. Los que controlan el crédito de una nación dirigen la política de su gobierno y tienen en sus manos el destino del pueblo”
Sir Josiah Stamp: (Presidente de Ferrocarriles Británicos y del Banco de Inglaterra.):
(Dirigiéndose a 150 profesores de la Univ. de Texas). “El sistema bancario fue concebido en la iniquidad y nació en el pe- cado. Los banqueros internacionales poseen la tierra. Quitadles todo lo que tienen, pero dejadles el poder de crear depósitos (promesas de pago), y con unos cuantos plumazos crearán los suficientes depósitos para recuperarlo todo otra vez”.
Pero si le quitáis el poder de crear dinero, todas las grandes fortunas desaparecerán, incluyendo la mía. Éste será un mundo mucho más feliz. Pero si continuáis siendo esclavos de los bancos y pagáis los costos de vuestra propia esclavitud, dejadles continuar creando depósitos”.
(Nota 1) En este artículo, los presidentes del Banco Central han sido considerados a la fecha de su publicación – Noviembre 2004
Fuentes consultadas. Bibliografía:
- Rodríguez Goicoa, J. -“El Banco Central de la República Argentina en cifras”. Lo que costaron y costarán las improvisaciones. - Ed. Jesús Meneen - Bs. As. 1936.
- Mei Mariano R. - “Estudio del nuevo régimen bancario y crediticio en la República Argentina”. Ed. Bibliografía Argentina - Bs As. 1952
- Jauretche, Arturo“Manual de Zonceras Argentinas” - Ed. Peña Lillo- Bs.As. 1973.
- Terroba, Luís Alberto -“La Constitución Nacional de 1949.- Una causa nacional”. Ed. Del Pilar - Bs. As. 2003
- Vcom. (R) Horacio Ricciardelli - Informes varios publicados en “El Faro Nacional”. Bs.As. 2003/2004.
Anexo 1.
Lo que no sabemos sobre el Banco Central. El Banco Central en la constitución de 1949
Tomado de la obra “La Constitución de 1949 - Una Causa Nacional de Luís A.Terroba).
Discurso del convencional Martínez Casas
“... Lo mismo debe decirse de los bancos: Son organismos que no tienen, como otros, su fin en sí mismos y en su particular utilidad, sino fuera de sí, en el bienestar social y en la prosperidad general del país. Ahora bien, si el gobierno es el rector natural de ese progreso, bien se afirma que los bancos son instrumentos de gobierno en cuanto son medios necesarios para la consecución de dicho fin…”.
Banco y vivienda:
“…Los problemas de la vivienda y de la subdivisión de la tierra, de la colonización y de la diversificación de los cultivos, de la irrigación y demás servicios públicos, de las vías de comunicación y los transportes, del turismo, de la educación y tantos otros, todos son problemas que atañen a la función de un banco. Debe pues, considerarlos desde su particular punto de vista y procurar, desde la posición que ocupa el gobierno, la más adecuada solución que le convenga…”.
Banco y promoción económica:
“…Los bancos deben promover la economía del país y crecer en armonía con éste. No tendremos así que lamentar la existencia de un banco rico dentro de un estado pobre, pues es preferible ser pobre en un estado rico, que rico en un estado pobre, según la clásica enseñanza de Valerio Máximo…”.
“…Bajo el régimen capitalista habría sido absurdo pensar en tal función por parte de los bancos. Bajo este sistema los bancos no eran más que casas de comercio cuya función mercantil estaba circunscripta al tráfico monetario. La moneda no era, entonces, más que una simple mercancía sujeta como todas, al "libre juego de la oferta y la demanda"; y en ese libre juego no es menester preguntar quién ganaba…”.
“…Las llamadas leyes económicas no eran, en verdad, leyes humanas, sino solamente leyes físicas, y así la moneda se desplazaba siempre según la ley de gravitación de la materia, atraída por las mayores masas de capital. De ahí también que el interés no fuera más que el contrapeso puesto en la balanza de su tráfico, y el mismo se midiera por una relación inversa al capital solicitante...”.
Banco de Crédito:
“…Por ello el crédito bancario debe, humanizarse, en el sentido que corresponde administrarlo no tanto en función del capital, como del hombre, no tanto en razón de los bienes materiales que apenas garantizan su devolución, como de las facultades de trabajo y de las condiciones morales que son las que realmente aseguran el cumplimiento de una misión de progreso…”.
Banco y política económica:
“…Ahora bien, se sabe que los bancos son llave de la producción de la nación. Ningún plan de producción podría realizarse sin contar con una adecuada organización bancaria. Los bancos tienen en sus manos el favorecer y detener la producción. De allí que el contralor del sistema bancario importe un contralor de la política económica del país. Si aquel está, como se encuentra ahora, en manos argentinas, no es dudoso que ésta se regirá también conforme a los intereses argentinos…”.
Banco Central en Inglaterra:
“…Cole, -profesor de economía de la universidad de Oxford-, en un notable estudio sobre la nacionalizaciones bancarias, hace notar que no sólo los laboristas que ven en la nacionalización un proceso de transición al socialismo, sino decididos contrarios al socialismo han propugnado en Inglaterra, la importancia de la nacionalización de su Banco Central…”.
“…Estos no socialistas sostenedores de la reforma bancaria - dice Cole son en su mayoría tan fuertemente adversarios de cualquier propiedad pública, o contralor de los bancos de depósitos, como son favorables a la propiedad pública y al contralor del Banco Centra…”.
La Reserva Federal:
“…Una terrible experiencia de ese "dejar hacer" ofreció los Estados Unidos en su terrible crisis de 1907, que obligó al gobierno a colocar su sistema bancario bajo el más estricto contralor por los poderes conferidos, en la ley de 1913, al Federal Reserve System. La nacionalización del Banco Central, por ello, es desde entonces, mirado allí como un modo necesario para orientar la economía del país y evitar que los bancos contraríen o por lo menos neutralicen la acción del gobierno…”.
Truman y los bancos:
"(Truman)...Ha demandado del mismo Congreso leyes que persigan los siguientes propósitos:
1*. Para que se mantenga la facultad de controlar el crédito de los consumidores y se aumente el poder de contralor el crédito de los bancos;
2*. Para que se conceda la autoridad necesaria para reprimir la especulación sobre los cambios de mercaderías".
“…El mandatario norteamericano ha señalado, sin duda, dos reglas fundamentales, de marcado antiliberalismo, que son indispensables para impedir que la economía se gobierne por las leyes infrahumanas del instinto y no por las humanas de la razón; por los deseos egoístas del individuo, y no por los intereses altruistas del bien común...”.
Banco central e Independencia económica:
“…Sin embargo, no obstante tan antiguos, tan reiterados y tan prestigiosos ejemplos, nuestro país ha tenido hasta hace poco no solamente los bancos de descuento en manos de particulares, sino, lo que es más grave el Banco Central y emisor en manos extranjeras…”.
“…Tal fue el Banco que inspiró también un extranjero el Señor Otto Niemeyer. El Dr. Carlos Ibarburen, que fue consultado pero desoído en aquel tiempo, señaló entonces "El grave peligro que traía consigo el Banco del señor Niemeyer". . .“Concluía afirmando que "no era conveniente en materia tan trascendente el implantar instituciones elaboradas en el extranjero, sin tener en cuenta la vida y las peculiaridades del país, y que si bien ellas pueden aplicarse con éxito en una colonia del imperio británico, choca con la independencia, la idiosincrasia y la estructura institucional argentina...”.
“…Pero felizmente, nuestro régimen bancario establecido por la ley12.962, de Marzo de 1947, que dio fuerza legal a los decretos dictados sobre esa materia en 1946, transformó fundamentalmente la organización y la política bancaria en nuestro país…”.
“…El Banco Central que tenía como función esencial la estabilidad del valor de la moneda, según la balanza del comercio exterior, finalidad ligada al sistema liberal, en el que nuestra economía estaba al servicio de la moneda, tiene ahora por objeto, de acuerdo con la nueva ley atender primordialmente por la salud de nuestra economía…”.
Banco Central y economía nacional:
“…Con ese objetivo, el Banco Central no es ya únicamente un regulador del volumen del crédito interno, sino también, un rector de la economía nacional, en cuanto por su ordenamiento, tiende a un más alto nivel de vida humana. Por la nacionalización del Banco Central, este organismo ha sido puesto al servicio de la comunidad nacional y se ha impedido que continuara desarrollando una acción que sólo favoreció a los intereses de las finanzas internacionales…”.
Moneda, crédito y subordinación de la economía:
“…Muy claramente se afirmó, el motivo de la nacionalización de dicho banco fue, que la "moneda y el crédito deben estar subordinados a la economía y no la economía a la moneda y al crédito". La tiranía del dinero, manejado por manos foráneas, había impedido hasta entonces un desenvolvimiento armónico de nuestra economía...”.
“…La nacionalización del Banco Central y, por ella, el contralor del estado sobre todo el régimen bancario y crediticio debe ser mirado pues, como un modo necesario para orientar la economía del país y evitar que los bancos contraríen o, por lo menos, neutralicen la acción del gobierno. Ahora bien, este cambio que debemos a la visión y a la acción de un gran patriota, debe quedar definitivamente incorporado a nuestra constitución, para que lo que ha sido el prodigio de un hombre perdure por la grandeza de un sistema...”.
“…El Banco Central no debe jamás volver a ser el Banco del Señor Otto Niemeyer, ni los bancos pueden ser en el futuro aliados de empresas mercantiles, que busquen en la competencia de su acción un ilimitado provecho individual…”.
Hombre, producción y dinero:
“…Antes, bajo el dominio del capitalismo, el dinero era el fin de la actividad económica, era el centro alrededor del cual giraban los hombres y las sociedades. Fue el signo de una época. Los bancos eran los templos donde se veneraba ese ídolo, donde se le rendía culto, donde se le ofrecían también sacrificios. Lo natural, entonces, era que los hombres fueran sacrificados a la producción, la producción al comercio, y el comercio al dinero...”.
“…En el nuevo orden que se instaura, donde el dinero no es un fin sino un medio, lo natural es, precisamente lo contrario; que el dinero sirva para los cambios, que el comercio facilite la producción y que la producción se ordene a la felicidad del hombre. El hombre será así la medida del dinero, y no el dinero la medida del hombre…”.
“…Las dos últimas guerras o mejor, las dos partes de esa gran conflagración producida por el capitalismo, ha puesto en crisis muchas doctrinas y ha liquidado muchos sistemas fundados en el egoísmo de los hombres. Sobre su ruina solo es posible construir con el amor que borra el odio y que une a los hombres, en las naciones, por el orden de la justicia y de la paz…”.
Autor de este trabajo: Arnaldo Salvini
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