Publicidad & Marketing
Poder local: ¿Una nueva manera de comunicar?
Por Alberto Borrini. Para La Nación
Desde que las campañas políticas no se limitan a los candidatos, sino que se extienden a los funcionarios en ejercicio ("Un buen presidente siempre está en campaña", aconsejó Dick Morris a su cliente Fernando de la Rúa), resulta evidente que la especialidad demanda un monitoreo y un análisis constantes, no sólo el que se le presta en los períodos electorales.
Resulta oportuno un nuevo aporte de la Fundación Konrad Adenauer, que enfoca el diálogo político desde un punto de partida tan poco iluminado como es el que se practica en las ciudades, las comunas e incluso los barrios. Es el espacio que el experto francés Patrick Lamarque llamó con acierto Poder local, título de uno de sus libros más consultados. Se trata de tres manuales. El último en aparecer, Acciones para una buena comunicación de gobiernos locales (lleva además el sello de la Asociación Civil de Estudios Populares), invita a pensar si lo que recomienda no es un primer paso para mejorar la comunicación política.
En la era del espectáculo, los dichos de los políticos se ajustan menos a los hechos. La mayoría de las campañas y los discursos oculta más de lo que muestra. Se asiste a un montaje de la realidad, construido con materiales como la teatralización televisiva, los ataques al adversario y el primitivismo de ganar la calle. Llegada a este punto, la comunicación política parece obedecer a su propia lógica interna (expresada en la metáfora "carrera de caballos") y resulta difícil de modificar desde el nivel superior, el de las grandes campañas y discursos nacionales.
La lectura de los manuales de la Konrad Adenauer remiten a una pregunta: ¿para cambiar o mejorar la comunicación política habría que empezar de nuevo, más modestamente, desde lo local? Es una cuestión capital porque intentar hacerlo desde arriba, el nivel que concita todas las miradas y cada vez más críticas, ha fracasado. Más factible sería empezar modestamente, desde abajo, por la comunicación en espacios chicos y manejables como las ciudades y los barrios.
En la introducción a la publicación, Frank Priess, directivo de la fundación para México y Cuba, dice que “…afirmar que la gran mayoría de las personas tiene su primer contacto con la democracia en el nivel comunal es tan antiguo como cierto…”. “…Esta realidad repercute en las formas de presentación de la política comunal, o debería repercutir, porque sigue habiendo mandatarios comunales que no están a las alturas de los desafíos que plantea el cambio…”.
Carlos Fara y Rubén Sutelman, en otro capítulo, afirman que “…la comunicación es un elemento clave para lograr la calidad de gestión en la administración pública local…”. Y añaden: “…Cuanto más atenta esté una organización para entender lo que pasa afuera de ella, mejor podrá satisfacer las demandas de los ciudadanos…”. Mejor comunicación, mejor opinión, es una de sus conclusiones. Este punto es abordado por el investigador y consultor Carlos Germano, que se refiere a las posibilidades que ofrece el marketing político para que los municipios puedan potenciar sus gestiones.
En otro de los manuales, titulado Comunicación desde la identidad (auspiciado por la Organización de Consultores Políticos Latinoamericanos), Jorge Dell Oro, publicitario y asesor de candidatos en Iberoamérica, opina que “…la política y los políticos deben interpretar hacia dónde se dirigen las sociedades, y anticiparse y liderar su porvenir…”. Estima Dell Oro que “…un cambio de paradigma que permita integrar a los vecinos en el proyecto de una ciudad será la herramienta que dará la posibilidad de conectar la política con la sociedad y lograr una identificación del ciudadano con su entorno…”.
Es probable que la sugerencia de comenzar por la ciudad, la comuna o el barrio, donde es más fácil integrar a los ciudadanos en las nuevas experiencias, sirva de ejemplo para vulnerar la apatía de los votantes en los comicios generales, causa también
Esta nota integra la edición del “Diario La Nación” del día domingo 03 de agosto de 2008:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1034410
Jorge Antonio Abboud
Director ACEP Rosario
aceprosario@gmail.com
http://www.acepweb.org.ar/ (+54) 341 155-473495
Por Alberto Borrini. Para La Nación
Desde que las campañas políticas no se limitan a los candidatos, sino que se extienden a los funcionarios en ejercicio ("Un buen presidente siempre está en campaña", aconsejó Dick Morris a su cliente Fernando de la Rúa), resulta evidente que la especialidad demanda un monitoreo y un análisis constantes, no sólo el que se le presta en los períodos electorales.
Resulta oportuno un nuevo aporte de la Fundación Konrad Adenauer, que enfoca el diálogo político desde un punto de partida tan poco iluminado como es el que se practica en las ciudades, las comunas e incluso los barrios. Es el espacio que el experto francés Patrick Lamarque llamó con acierto Poder local, título de uno de sus libros más consultados. Se trata de tres manuales. El último en aparecer, Acciones para una buena comunicación de gobiernos locales (lleva además el sello de la Asociación Civil de Estudios Populares), invita a pensar si lo que recomienda no es un primer paso para mejorar la comunicación política.
En la era del espectáculo, los dichos de los políticos se ajustan menos a los hechos. La mayoría de las campañas y los discursos oculta más de lo que muestra. Se asiste a un montaje de la realidad, construido con materiales como la teatralización televisiva, los ataques al adversario y el primitivismo de ganar la calle. Llegada a este punto, la comunicación política parece obedecer a su propia lógica interna (expresada en la metáfora "carrera de caballos") y resulta difícil de modificar desde el nivel superior, el de las grandes campañas y discursos nacionales.
La lectura de los manuales de la Konrad Adenauer remiten a una pregunta: ¿para cambiar o mejorar la comunicación política habría que empezar de nuevo, más modestamente, desde lo local? Es una cuestión capital porque intentar hacerlo desde arriba, el nivel que concita todas las miradas y cada vez más críticas, ha fracasado. Más factible sería empezar modestamente, desde abajo, por la comunicación en espacios chicos y manejables como las ciudades y los barrios.
En la introducción a la publicación, Frank Priess, directivo de la fundación para México y Cuba, dice que “…afirmar que la gran mayoría de las personas tiene su primer contacto con la democracia en el nivel comunal es tan antiguo como cierto…”. “…Esta realidad repercute en las formas de presentación de la política comunal, o debería repercutir, porque sigue habiendo mandatarios comunales que no están a las alturas de los desafíos que plantea el cambio…”.
Carlos Fara y Rubén Sutelman, en otro capítulo, afirman que “…la comunicación es un elemento clave para lograr la calidad de gestión en la administración pública local…”. Y añaden: “…Cuanto más atenta esté una organización para entender lo que pasa afuera de ella, mejor podrá satisfacer las demandas de los ciudadanos…”. Mejor comunicación, mejor opinión, es una de sus conclusiones. Este punto es abordado por el investigador y consultor Carlos Germano, que se refiere a las posibilidades que ofrece el marketing político para que los municipios puedan potenciar sus gestiones.
En otro de los manuales, titulado Comunicación desde la identidad (auspiciado por la Organización de Consultores Políticos Latinoamericanos), Jorge Dell Oro, publicitario y asesor de candidatos en Iberoamérica, opina que “…la política y los políticos deben interpretar hacia dónde se dirigen las sociedades, y anticiparse y liderar su porvenir…”. Estima Dell Oro que “…un cambio de paradigma que permita integrar a los vecinos en el proyecto de una ciudad será la herramienta que dará la posibilidad de conectar la política con la sociedad y lograr una identificación del ciudadano con su entorno…”.
Es probable que la sugerencia de comenzar por la ciudad, la comuna o el barrio, donde es más fácil integrar a los ciudadanos en las nuevas experiencias, sirva de ejemplo para vulnerar la apatía de los votantes en los comicios generales, causa también
Esta nota integra la edición del “Diario La Nación” del día domingo 03 de agosto de 2008:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1034410
Jorge Antonio Abboud
Director ACEP Rosario
aceprosario@gmail.com
http://www.acepweb.org.ar/ (+54) 341 155-473495
No hay comentarios:
Publicar un comentario